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Soy Rafael y llevo años dedicándome al remolque de coches. Empecé solo, con una grúa y muchas ganas de trabajar bien, y sigo igual: atendiendo yo mismo cada llamada y cada servicio. No soy un negocio que pasa clientes de un lado a otro, soy quien te responde y quien aparece cuando lo necesitas.
No hay filtros ni operadores. Hablas conmigo, trato contigo y hago el trabajo yo mismo. La confianza empieza desde el primer contacto.
Sé que nadie quiere esperar cuando tiene un problema. Por eso, cuando me llamas, voy. Así de fácil y directo.
No te vas a encontrar con letras pequeñas ni sorpresas. Te digo lo que cuesta, cómo lo hago y cumplo con lo que digo.
Elegirme no va de marketing ni de promesas vacías. Va de tener a alguien que responde cuando tú lo necesitas. Va de claridad, de cumplir horarios y de tratar tu coche como si fuera mío. Aquí te cuento algunas razones por las que muchos ya confían en mí.
Trabajo los siete días de la semana, a cualquier hora. Si algo pasa, solo tienes que llamarme y me pongo en marcha.
Olvídate de empresas que cambian de persona cada vez. Aquí hablas conmigo, y yo mismo soy quien hace el servicio.
Desde el primer momento te digo lo que cuesta. No hay cargos ocultos, ni letra pequeña, ni sorpresas después.
